domingo, 2 de noviembre de 2008

Doble fila.

De aquí para allá es un no parar. Dos vidas, reales y ficticias, dignas de seguir en sueños, dignas de ser olvidadas.
Ahora en España, vida relajada, llena de comodidades, en casa, con buena comida, buena compañía, mi perro, mi familia.. el calor de un hogar.
Luego en Francia, bullicio, gente, sensaciones, sobresaltos, lucha por la vida, apoteósis... el frío de una habitación.
Entre las dos, a veces, encuentro un equilibrio que me lleva a querer partirme por la mitad y poder vivir esa doble vida sin pensar o sin tener recuerdos. Ya se sabe que el ser humano es un ser muy caprichoso, que siempre quiere lo que no tiene, y que cuando lo tiene, deja de desearlo tanto como lo deseaba. Yo quiero estar aquí y allí, quiero ser sol y lluvia, frío y calor.
Dedicarme de lleno a una de esas dos vidas, ahora me parece imposible. Si estoy aquí me pregunto qué pasará allí, y viceversa.
Si aquí hace frío, allí también lo hará? Está claro que cada una tiene su momento, sus inconvenientes y sus virtudes. A pesar de todo, no cambiaría ninguna de las dos vidas, no cambiaría mi situación.
He tenido la suerte de poder elegir, de tener lo que he querido y lo que aún quiero. He conseguido llegar a cumplir uno de mis sueños, vivir en el extranjero. Vivo lejos de aquí, sin lo que antes, era mi apoyo, sólo con mi alma y mi cuerpo, día a día, enfrentándome a todo. He aprendido a vivir por mi cuenta, a respetarme y a quererme día a día. Se llama suerte, y dedicación, se llama ánimo y espíritu. Lograr lo que quieres en esta vida, no tiene precio.
Para colmo me voy a París en una semana.. quién me lo diría!! Son cosas que sólo se consiguen de Erasmus, son cosas que sólo se consiguen luchando... Son las cosas que yo quiero.
Y de tanto hablar del mar, últimamente me falta demasiado, incluso empiezo a echar de menos mi barco, la brisa del mar en mi rostro, la libertad de estar en mitad de la nada...




...O pasear por la playa en una tarde de tempestad....

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