domingo, 27 de diciembre de 2009

Avatar


El miércoles pasado no me pude resistir a la tentación invisible de ir a ver la película de las navidades, Avatar. Quizás con demasiadas expectativas dejé volar mi imaginación junto a un grupo de yonkis que no hizo otra cosa que martirizarme durante casi 3 horas.


De los americanos que tienen la fabulosa idea de ir a conquistar y destruir un mundo completamente desconocido, decir que es su prototipo. Siempre hay un malo malísimo que quiere destruirlo todo para conseguir dinero y fama, mientras que el pobre minusválido, americano también, arriesga su vida para meterse dentro de ese planeta, convertirse en uno más del poblado, follarse a la protagonista y encima, salvar al pueblo del malo malísimo.


Vamos bien.


El malo malísimo quiere el interior del Árbol Madre, copia realizada de mi querido Tolkien, fácilmente visible en cuanto la cámara enfoca por primera vez el interior de dicho tronco arbóreo. De su lado, solo hay una pequeña parte de todos los protas, aunque poco a poco irá ganando adeptos sin que pasen ninguna prueba. Del mayor súbdito del malo malísimo, el típico hombre de ejército, pelado a lo cuadrado, con mucho músculo en los brazos y piernas, pero con poco en el cerebro, de él solo vemos que le gusta la artillería ligera y que se dedica a dar balazos a todo bicho viviente. Sin piedad alguna.


Seguimos bien.


Del bando de los buenos, el marine guaperas que es inválido, las piernas no le responden. A pesar de estar impedido físicamente, él psicológicamente es, obviamente, el más y mejor preparado para la batalla. Su fin es el de ser parte del mundo que va a ser atacado, para conocer sus puntos débiles, entenderlos y conseguir que evacúen su Árbol Madre por la paz (claro, es normal, cualquier pueblo lo haría). Además de conseguir meterse en el clan del mundo nuevo, se lleva de calle a la chica del pueblo que será la próxima encargada de guiar al pueblo (o sea, como la princesa, pero sin beso y sin rana). Tras emparejarse con ella, se hace el mejor del grupo, llega a ser el más respetado. Y sin un rasguño, wow! Todo esto lo hace a tiempo parcial, porque de vez en cuando vuelve a su nave de verdad para contarles a los demás buenos lo que está pasando. Acaba tan pillado de todo que se opone al plan inicial, el de ser parte de ellos para que evacúen su Árbol, y decide defenderles contra los malos.


Genial.


Obviamente, el pobre marine inválido gana la batalla contra todos los malos, no sin que el Árbol Madre sufra unos cuantos desperfectos, se caiga y se pele de hojas. No todo podía ser tan perfecto. La cuestión es que al final, ganan los buenos (cómo no), el chico se lleva de calle a la chica guapa y se salva la mayoría del poblado.


Del poblado decir que, según la película (no me puedo basar en otra cosa), se trata de un pueblo primitivo, en el que lo que prima es el interior y no el exterior (quiere eso decir que un dia dejaremos de ir a la "moda" y de pintarnos y arreglarnos??), asi que todos, en plan secta, oran y rezan y se arrodillan ante la Chamán cuando hay que unirse. Van con arapos que les tapan los órganos sexuales, como si, tras haber evolucionado y dejado de lado la estética, aún les diera ¿vergüenza? pasearse sin nada de ropa. Y yo me pregunto...¿y en invierno?.


A parte de lo primitivo y organizado del pueblo, de las ideas del malo malísimo y sus súbditos que al final, como en cualquier película que se precie, pierden, y de la victoria del bueno buenísimo y de su gran amor, está la banda sonora a la que otorgaría la medalla de penosa. Pasamos de una sinfonía futurista a una melodía con flauta dulce sin que la escena nos lleve a tal pensamiento. Un desastre.


Llegué con expectativas al cine, salí con lluvia. Creo que eso lo dice todo.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Premio Nobel de la Paz.

Hace unas semanas en Oslo, Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, recibió de manos del Comité el Premio Nobel de la Paz. A pesar de las múltiples protestas por parte de los ciudadanos, quienes piensan que aún es demasiado pronto para otorgar un premio de tanto valor a alguien que acaba de empezar su mandato, no hubo ningún altercado que impidiese que Obama recibiese lo prometido.
Lo que resulta contradictorio es que para entregar el Premio Nobel de la Paz, la ciudad de acogida haya tenido que protegerse de cualquier ataque exterior a través de armas, soldados y defensa nuclear. Es decir, que en ese momento, la ciudad de Oslo fue la más “segura” de todo el planeta, con una muralla infranqueable de armas y armamento, aunque el premio que tanto se protegía, era el de la paz. ¿Dónde se queda el sentido común? Después de todo, parece que en el mundo, pocas personas respetan los principios fundamentales.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Las dos y diez

Hace mucho escribía: "Sufrir la melancolía de los momentos no vividos no es tener vida", o algo parecido.
Hoy recupero esa idea porque creo que, sufrir una melancolía acerca de algo que no hemos vivido, es vivir el momento en otra dimensión. Ser capaz de llorar imaginando un instante, alegrarte el dia por pensar algo que te hace feliz, aunque no ocurra, es vivir el momento de manera diferente.
Poder ver los momentos en sus tres dimensiones no es fácil de hacer, pero posible. Revivir los instantes que nos dolieron cambiando los gestos y las palabras, hasta tornarlo todo dorado y conseguir sonreir; Eso vale más que cualquier fortuna.
Conseguir que el corazón nos salte de la boca, rebote en la pared y salga disparado por la ventana con un sólo suspiro, es mucho más grande que el olor de un jazmín.
Y aún, cuando te recuerdo, me sucede.
Emocionarnos con una canción, hasta el punto de hacer llover nuestro pequeño mundo y pensar que el tiempo se mece en tu sonrisa. O sentir la humedad del mar en nuestros pies al pensarte. ¿Y componerte poemas?.
Dar un salto, viajar más allá de lo que la vida real nos permite y aterrizar en otro cielo, donde siempre hay mar y suave brisa, campos de amapolas y perros con arrugas, caballos y estrellas fugaces. Dulces y golosinas, pequeñas nubes que sonríen sin llegar a tapar el sol, sentimientos que corretean por las laderas de la colina.
Y sonreir, aunque no haya pasado.
Quitar el tapón, dejar que el agua corra lentamente por tu piel y luego ser el agua, el oxígeno y tu piel, el todo, lo todo, la todo. No se si sentirás mi corazón latiendo fuertemente en tu pequeño mp3, o si al meter tu USB te saldrán los suspiros que mi alma te envía cada amanecer.
Sentirnos nacer en estas minúsculas palabras, impregnadas de píxeles.
Para acabar, sentir que todo está inacabado, que todo tiene un enlace que, aunque a veces invisible, es irreversible y único.
*
*
*
*
*
*
..... nuestro encuentro imaginario....

jueves, 19 de noviembre de 2009

y cositas así.

Hoy estoy romántica.
Quizá no es ese del tema que quería hablar, pero me va ganando segundo a segundo la agonía típica de tener un día romántico. Antes de destruir todo ese sentimiento, voy a saborearlo un poco, aunque luego la chute sea más grande.
Quiero levantarme con el buen sabor de boca de haberte besado y recibir varios e-mails tuyos diciéndome lo mucho que me echas de menos, sentir mi ego crecer durante unos instantes y respirar tu aroma. Ver tu sonrisa o tus ojitos al poco tiempo de estar en contacto con la realidad y entonces, recordar un sueño precioso en el que veíamos un atardecer. Desayunar pensando en tu cuerpo, en su calor y verme cayendo por cada uno de tus poros lentamente, hasta ser parte de tí. Ducharme juntando recuerdos y al salir, verte con una rosa preciosa y una sonrisa única delante de la puerta. Derretirme para formar parte de cada uno de los pétalos de la rosa y salir a pasear contigo, de la mano, despacito y felices. Que me digas lo guapa que estoy hoy, lo que te gusta mi cuerpo y lo que echabas de menos mi olor; Que me susurres al oído que te gusto, que me quieres, que eres feliz. Que me hagas sonreir con cada sonrisa tuya, y me hagas nadar en el mar de tus ojos. Volver a casa y echarme sobre tu pecho mientras me acaricias el pelo, cocinar en pareja jugando a ver quién lo hace mejor y dejarme ganar. Beber contigo mientras me cuentas todos tus recuerdos felices junto a mí y hablar de lo bien que estamos. Ver una película acariciándonos y diciéndonos cosas bonitas, con helado de chocolate y palomitas. Terminar la película haciendo el amor lentamente, lleno de sentimientos, de pasión y de sonrisas. Besar tu cuerpo desnudo y dormir. Que me prepares una cena sorpresa, que pongas dos velas y me beses con dulzura antes de empezar a cenar; Ver las estrellas desde la ventana y pensar que tenemos el cielo a nuestros pies, que la noche es nuestra y que manejamos el mundo. Reirnos de las absurdeces que nos han pasado y mirarnos con los ojitos llenos de amor y de buenos deseos. Estar a tu lado, sentirte, dejarme llenar por tus palabras, tus sentimientos y tus buenas maneras. Sentir que me has bajado la Luna, subido el Sol y regalado las Estrellas. Sentirme bien, sentirme contigo.
*
*
*
*
*
*
*
*
.....y cositas así....

sábado, 24 de octubre de 2009

Melocotones helados.


La pequeña Elsa tenía problemas. Problemas que ni ella misma sabía. Su prima, Elsa grande no sabía nada, pero sufrió todos esos problemas. Por culpa de su prima se separó de su familia, se fue a otro lugar lejos de allí, a una casa grande, blanca, vacía, llena de recuerdos y de polvo. Elsa pequeña comenzó a caer lentamente mientras que los de la Orden del Grial la vigilaban, la maltrataban y abusaban de ella hasta la saciedad. Ella era el tesoro. Se creyó importante, guapa y la mejor de todas, pero pronto fue tropezando con la verdad. Al día siguiente había otro tesoro, más guapa y mejor que ella. Rodó por la ladera de la montaña hasta tropezar con los huesos de Elsita, que yacía allí mismo desde hacía 20 años, y ya no se acordaba de ella. Notó la tierra más húmeda de lo normal para aquella época, pero no pareció darle demasiada importancia. Siguió rodando hasta que el almendro le paró, corrió, huyó, acompañó corriente abajo al río hasta llegar al pueblo, llamó a la policía, siguió corriendo. La llevaron a casa, nadie la reconocía: Las cuencas de los ojos hundidas, la mirada perdida, cabizbaja, delgada con las costillas marcadas, seria, el pelo enmarañado y una gran herida en el alma. Sus padres no supieron qué hacer, en parte no creían nada de lo que ella les contaba, pero al final decidieron actuar. Lo primero, su recuperacion, lo segundo ya se vería.

En la asociación todas parecían haber sido tesoros en algún momento y todas parecían haber huido de su propia vida; recibió todo tipo de ayudas y con el paso de los años, consiguió hacer algo de vida propia.

Elsa grande supo de su reaparición a los pocos días y se alegró por su prima, aunque no por ella misma. Llamó a Rodrigo con una voz más temblorosa de lo habitual, sabiendo que éste se preocuparía al romper las normas. Empezaron a discutir y ninguno de los dos sabía porqué. Se pelearon. Elsa grande no quiso volver a casa.

Elsa pequeña se acabó suicidando dias más tarde en soledad, ya no podía más con aquella vida.

Elsita, dejó de gritar en la ladera de la montaña, no pudo sentir más dolor. Salió corriendo su espectro de niña a lo largo de la noche, bajo la luz de la luna.

Elsa grande se sintió ahogada, con más miedo que nunca, con más esperanza que nunca. No supo que hacer,empezó a hacer su maleta pero algo la paralizó, quizás no debía volver. Se sentó en la cama, con un rayo de sol en su frente y los miedos la fueron atacando acompañados por el minutero. ¿Y si era a ella a quien querían? ¿Y si se han equivocado de Elsa?. No podía pensar en otra cosa.

César y los demás esperaban su regreso pero esperaron demasiado y se cansaron. Un día por el campo, César encontró el pequeño cordón con el que Elsita se ataba las piernas para poder andar como las princesas y algo se le removió por dentro. Se alejó de allí corriendo, sabiendo dónde estaba la niña, temeroso de sentir algo extraño. Él era el único que conocía el lugar donde Elsita descansaba, él la había dejado allí.

*

*

*

*

*

*

*

...Melocotones Helados.....

jueves, 15 de octubre de 2009

añadidos.

Qué decir de todo eso que viene de añadido, que viene por añadidura, que desearíamos tirar a la basura de inmediato, o no llegar a conocerlo. Un sentimiento de indignación por pensar que se piensa en todo y siempre hay algo que se escapa, por pensar en que piensas y se te olvida lo pensado. Total, un lío.
Pero reivindico mi derecho a estar una temporada bien, a no tener que pasarme las noches casi en vela, a dejar de llorar, a poder sonreir plenamente y disfrutar de mis momentos sin que lo añadido venga a mi cabeza y me atormente. Yo creo que tengo derecho.
Yo se que todo el mundo quiere miles de derechos, y yo soy una más del mundo, así que pido mi derecho, pido el turno de derecho a que se deje a mi familia y a los míos en paz, en armonía, en la felicidad. Porque suficiente racha llevamos ya.
Exijo que empiecen los momentos de sonrisas y de buenos propósitos, incluso si no estamos a fin de año, pero es fin del día y me vale igualmente. Que en los fines de semana se descanse, que entre semana se trabaje a buen ritmo, que se duerma por las noches sin tener pesadillas ni sueños agitados, que la comunicación sea tierna y atenta.
Pido mi derecho de pedir por los míos, por su salud, que tanto me preocupa, por la salud de los suyos a la vez, por toda la bonheur posible. Caminar por el campo y oler a buena mañana, poder desayunar un café con unas buenas tostadas y todos los pequeños placeres de la vida que día a día se van privando de sí mismos por culpa de los añadidos.
No me gustan los añadidos, y menos los malos, de los buenos hay un pase, en fin, son buenos, qué le vamos a hacer. Pero a los malos no los aguanto, todo el dia fastidiando y robando los momentos normales del día a día. Y aunque parece irreal, cada dia se ven más grandes y fuertes, alimentándose de nosequé materia negra que evoluciona a una velocidad de vértigo.
Una buena dosis de optimismo, de alegría, vitalidad, buenas razones... sin telones ni escenarios escondidos, sin sombras ni mentiras.
*
*
*
*
*
*
...y tanta y tanta mierda....

domingo, 4 de octubre de 2009

La chica de negro.

En el insomnio de cada noche, aún la recuerdo. Con la botella en su mano, dia tras dia su aspecto iba siendo más fiero y salvaje. Se pintaba la sombra al rededor de todo el ojo, siempre negro mate, sombra, párpados, pestañas y hasta casi las cejas. Su mirada, al igual que sus pinturas, se iba haciendo más y más oscura. El conjunto en sí daba cada vez más terror, de sus pupilas sólo salía alcohol e ira, una combinación demasido difícil de llevar. Sentada en el sofa, con la falda cada vez más corta, al menos a mi parecer. Las piernas abiertas y las manos entre ellas, la mirada lasciva acompañada de una sonrisa impoluta, cada vez menos sincera. El cigarro de por la noche no había quien se lo robase, estaba demasiado enganchada. Aunque siempre lo negaba.
Yo me ahogaba con el humo cada noche por hacer caso a sus caprichos, y cada día la falda era más corta. Ayer la ví con el pelo recién lavado, enmarañado, negro. A lo lejos toda ella parecía el mismo borrado difuso, y se sentó. Cogió la botella con su mano izquierda y le dió un trago, sin pensárselo dos veces, me ofreció. Negarme fue mi primer impulso, pero me olía que pronto llegarían las lágrimas, el llanto, la ira, los pedazos de botella y la casa en ruinas. Cogí la botella y cerré los ojos, al fin y al cabo sólo duraría segundos, le di un trago y tosí. Ella se rió con esa forma suya de reirse que a veces enamora y a veces hiela el corazón, pero el mío ya estaba cubierto de cicatrices. Me senté a observarla mientras ella se encendía su último cigarro de la noche, cómo el humo la invadía e iba perdiendo lentamente su personalidad hasta dejarla por completo en aquella mancha negra que tanto me había atraído.
Me dejé hundir en el sofá, hasta hacerme invisible y ella fue transformándose paulatinamente en fresa, manzano, ave y color. En cada una de sus formas había algo que la destruía, la hacía cambiar y la iba haciendo más y más pequeña. Esperé a que acabara con su juego, a que se hiciera reina de su mundo y verduga de su muerte, a que reviviera de sus cenizas, cual fénix negro casi invisible. La noche fue cayendo y con ella, el sueño la invadía. Sus ojos eran cada vez menos expresivos, más apagados, sus párpados pesaban quilos, quizás toneladas y no lo pudo resistir. Cerró los ojos un segundo y se hicieron horas, quizás días. Ya no recuerdo cuando despertó, ya no recuerdo cuando escribí esto. Quizás estabas todavia a mi lado, o quizás ya hacía días que te habías marchado.
*
*
*
*
*
la botella nunca se hizo añicos...

Una planta colgada del techo.

Paremos carretas y empecemos de nuevo, que no son las 3 pero el minutero no perdona. Hay personas que, al menor ruido, ya imaginan otro mundo. Por ejemplo, mi abuelo. Mi abuelo pensó al oir el choque de dos copas que habían dado las 3 de la tarde y su cara se iluminó. Nadie sabe porqué, nadie lo sabrá. Pero estoy segura de que en su mente algo cambió, un mundo nuevo se abrió paso entre sus recuerdos: alguna tarde especial, alguna comida de amigos, una misión importante. Mi abuelo era coronel, nunca lo llegué a conocer bien, siempre lo vi enfermo. Sufrió Parkinson y Alzehimer al mismo tiempo durante sus últimos años. Hoy en dia está curado. De sus nietos, pocos lo llegamos a entender o quizás a escuchar.
Yo personalmente recuerdo muy poco de él en su papel de abuelo. Su mente era como una caja de Pandora, llena de postales, recuerdos, poemas, instrucciones... Demasiado rellena, diría yo. Con tanto caos es normal que todo se le deshiciera en mil pedacitos de papel, que cayeran casi incoloros en el suelo de su ser y que se volaran con el viento.¿ Quién no se ha sentido así ?. Planificar el futuro, o quizás el dia de mañana y de repente, luchar contra viento y marea porque no se pierda el todo en conjunto, sin saber ( o sabiendo ) que, más lucha sólo equivale a más derrota. Que más piensas en SI más te recalcan el NO. Que hay días que el mundo está boca-abajo y tú estás en diagonal. Que no cuadras ni en un marco. Hay días en que la cabeza se te llena de millones de gotitas de agua helada y te impide pensar con claridad, que para un pensamiento claro que tienes, se inunda todo de vaho y pierde los colores. No me gusta el mundo en blanco y negro.
Pero hay días y días, y a veces hay que aguantar. Todo está lleno de deberes diarios, de pruebas, de cosas que el ser humano a veces no comprende o no quiere comprender. Las mentes a veces, no pueden más, y alguien que fue brillante durante muchos años, un día se levanta del revés y pierde toda noción básica, se olvida de su nombre y hasta de su edad. No sabe con quién se acaba de levantar ni por qué tiene dos piernas. Y empiezan las preguntas. Definitivamente, yo creo que son las preguntas las que vuelven mal las mentes. Pregunta, sin respuesta, vacío.
¿ Cómo no desconectar del mundo cuando tu mente no encuenta las respuestas e incluso llega a no formularse preguntas ?
*
*
*
*
*
*
*
Y entonces, ves una planta colgada del techo, y todo vuelve a empezar...

miércoles, 22 de julio de 2009

Granada.

Odio la ciuda de Granada y todo lo que conlleva

Odio, para empezar, que tenga tan altos niveles de contaminación, tantos coches circulando por el centro, que no permiten respirar a los pulmones ni permite a los peatones andar con libertad. La nube de contaminación que hay encima de la ciudad, que se ve en cuanto te alejas de ella, que la envuelve por igual y hace que debajo, todo se vea gris. Dicen que la ciudad de Granada tiene un colorido muy especial. Bien, yo la veo gris. Gris, llena de nubes de polvo y atascada. Es lo que puedo sacar en clave nada más echar un vistazo a todo esto.

También odio, para continuar, la gente de la ciudad de Granada. Los Granaínos, como ellos mismos se llaman. Ese carácter que tan arraigado lo tienen, tan profundo y sincero. Vaya que sinceridad!. Es el típico carácter no-amigable.. es decir, que si me cruzo por la calle a un antiguo colega de clase o de prácticas, tengo que tener seguro, como buena observadora que soy, que no me va a saludar, al revés, agachará la cabeza al pasar por mi lado y ni siquiera susurrará mi nombre. Es así siempre. Raro espécimen que te cruzas se atreverá a saludarte abiertamete, sobre todo si hace calor. También los hay que se suben en el autobús y se piensan que por estar ellos dentro, son los dueños. Se ponen en mitad del pasillo, impidiendo el paso ligero, preparados para desafiar con una gélida mirada al valiente que se atreva a pedirles un hueco para pasar.
Otra cosa que odio, son las variaciones de temperatura que existen en esta ciudad Granada. Empezando por el mes 1, Enero ( sólo para el calendario Gregoriano ), diré que te mueres de frio en este mes. Seguido por febrero, marzo y abril, donde los dias comienzan a ser un poco más cálidos ( 16º..), hasta que llega mayo y empiezas a asarte de calor, en junio te vas preparando y en julio se alcanzan los 43ºC, y por la noche no baja de 24ºC..claro..¿quién duerme?.. Imposible!! Rápidamente llega agosto y septiembre y empieza a bajar la temperatura llegando el frio imparablemente... y en noviembre ya estamos a 9ºC.. ¡ con lo agusto que se está a 25ºC continuamente !
Odio,de esta ciudad Granada, las obras. Esas magníficas obras que empiezan un año 1900 y acaban un año 2110.... que no acaban nunca!! Empiezan en verano, con los típicos atascos de los playeros que no llegan a la playa ni para la merienda... y acaban no se sabe cuando, pero seguro que si es invierno, también hay atascos ( desde las 7 hasta las 10 y de 14 a 16, por la noche de 20 a 22 )...
Odio las calles sucias, llenas de gente que no respeta y se rie de otra gente, de coches que pitan y hacen ruido, de máquinas perforadoras jodiendo las aceras, de niños llorando y gente gritando por las ventanas. Odio los comercios donde al entrar y saludar, no te devuelven el saludo, donde al salir, no te dan las gracias por haberte gastado el dinero en su tienda.
Todo esto me hace odiar al conjunto Granada, con todas mis fuerzas, menguando la esperanza diaria de encontrar algo que me devuelva la chispa ( si algún dia la tuve), la ilusión de vivir aquí.









...viento cálido, la ciudad del viento...

martes, 7 de julio de 2009

Qué?!



No puedo hablar de vicios, o de bromas de mal gusto, de mandar bien lejos a los que poco me importan y luego no pagarles el billete de vuelta.

No puedo hablar de comerme las uñas cuando estoy nerviosa, o la piel en su defecto. De cuadrar las postales de mi habitación conforme al suelo y las paredes o de escuchar la música a tan altos niveles que me harían daño en los oídos.

No puedo contar que voy tarareando sin parar: me fuii, pa estar sola.. ni alguna de Robin Williams un tanto obscena. Ni siquiera que cada 4 minutos, inconscientemente me meto en las mismas páginas, por si ha habido algún cambio... ¿qué cambio?


Necesito despejar la mente y me bajo a hacer gazpacho, sin saborearlo demasiado, ahora hay que tener cuidado con los gérmenes. Creer media vida que una simple canción pertenecía a The Corrs y ahora resulta que es de Lene Marlin. ( tiene nombre de mala de película ).


Hacer tests hasta la saciedad y comprobar que aún sigues suspendiéndolos, aunque cada vez, con menos fallos. O empezar a ver una serie en francés y en los primero segundos, al escuchar alguna frase, preguntarte: ¿en qué idioma he puesto la serie?, hasta caer en la cuenta de que los buenos hábitos los estás olvidando.


Qué fácil es estar en casa.


No puedo contar todo esto porque casi me he quedado sin voz, y porque son falsas. Puedo contar que tengo la cabeza llena de planes, que no paro de pensar en el mañana, hasta que una mañana me despierto con la garganta chunga y se me esfuman los planes antes de que me de tiempo a releerlos. Qué pena.

Además de que me vuelven algunos fantasmas, que pensé transparentes, pero que ahora llevan una túnica blanca y llego a verlos. Que coma carne, me dicen.. ¿carne de qué? ¿Te vale la que como por las noches en mis cenas de dieta?. Qué preguntas.



Qué mala suerte.







....my mind is around the world...

miércoles, 1 de julio de 2009

VERANO.


Ya hemos entrado de lleno en el verano.



En el verano de calor insoportable, avispas alrededor de la piscina y pájaros picoteando en las plantas de mi madre. El verano típico en el que estoy la mayor parte del tiempo sola, en casa, en esta casa tan grande y fría, sin que nada ni nadie me estorsione. Es horroroso. Por la mañana, sólo escucho los pájaros venga a piar sin parar, los gallos del de atrás y en todo caso, el cartero cuando se digna a pasar por esta calle.

Me he estado entreteniendo durante 3 dias sin parar: mañana-tarde-noche, con la cabeza en mil cosas y el cuerpo agotado para poder caer en la cama directamente, sin pensar. Hoy ya no he podido más, no estaba tan ocupada y al final me he caído. No me he hecho daño. Pero ya estoy abajo, es horrible haber luchado durante 3 dias y al final caer. Ya no creo que pueda con este verano.
He empezado a pensar en mi cumpleaños, sola...seguro! Y me parece tan injusto, en serio, me parece injusto que cualquier persona celebre su cumpleaños en soledad. Eso no es un cumpleaños.

Me relaja ver y escuchar la pelicula de Juno, me se todos los diálogos, me evado invadiendo su intimidad y formando parte de sus problemas, me hace sonreir cuando se mete en un lío y encima tengo la tranquilidad de que todo saldrá bien. Puedo entrar y salir de su mundo y sumergirme en su vocabulario.

Siempre me ha gustado el verano. Me gusta el calor, la playa, la piscina, las noches... Desde hace dos años, no me gusta el verano. La soledad, el chorro de calor que me derrite segundo a segundo y me abrasa la piel, las avispas, el viento caliente, la nada...El aburrimiento.
...ayer empecé a escribir un cuento de hadas, hoy sólo me quedan los folios en sucio....

martes, 9 de junio de 2009

Miradas.


A veces, cuando me siento delante suya, me mira. Durante un instante sus ojos se fijan en mi y me exploran desde la cabeza hasta los pies. Y aunque lleve la ropa de siempre, me siento desnuda como nunca.

Me mira y, de repente, se paran sus ojos, se transforman en un simple espejo y yo dejo de existir. Yo no miro, no quiero saber si me sigue mirando. Se que ya no me ve, que mi cuerpo ha desaparecido repentinamente, que me he transformado en múltiples bolitas de jabón, medio transparente, flotante. Como de una vez, separado y dulce, mi cuerpo ya no refleja incertidumbre ni está más desnudo; Ahora soy solo esas pequeñas bolas que viajan por la habitación sin saber bien donde posarse. No se da cuenta de que ya no estoy porque ve a través de mi, mira la pared, la mancha que hay justo detrás de mi nuca y huele mi aroma. Sus ojos dejan de ser un espejo y son un abismo claro, como el de una cascada, y una parte de mi se cuela por sus ojos y resbala rápidamente por su cascada hasta llegar a su boca. Bosteza y me hace salir de un tirón de su cuerpo, ahora más húmeda que antes, aún floto.


Me voy recomponiendo ante sus ojos, lentamente voy uniendo mis extremidades y mi cara se vuelve a formar. Empiezo a tener reflejo en sus ojos que dejan de ser abismo y cascada. Noto mi peso, mi cuerpo sentado en la cama, mi respiración y mis manos. Vuelvo a estar, vuelvo a verme.

Parpadea y su mirada ahora parece interrogarme, bien sin atreverse a preguntar si el sueño vino o simplemente su mente habia volado hacia otro sitio. Sin saber yo tampoco si contestar, sonrío y eso alivia el ambiente.

De mis labios sale una frase, con voz tímida y temblorona anuncio mi intención de irme de allí. Una mirada severa recae sobre mi ser y me siento más pesada que de costumbre; Me hace dudar sin conocer la respuesta a mi pregunta sobre si irme o quedarme. Decido seguir mi voluntad e irme.









... y es que a veces, me siento tan pequeña que desaparezco....

lunes, 25 de mayo de 2009








Lo odio.





















... desaparenciendo...

viernes, 15 de mayo de 2009

Recuerdos


Como las cosas que empiezan y acaban lo nuestro acabó tras empezar. Y pasaron los dias mientras pensé que me moría. Todo era elevado a la décima potencia desde que me faltabas, los peces ya no respiraban bajo el agua y ahora se ahogaban sin ponerle remedio alguno. La lluvia ya no me mojaba poco a poco sino de una sola vez y de manera torrencial. Tantas cosas que hicimos y otras que dejamos de hacer, por simple vagueza, porque no hacía suficiente calor o algo así. El viento de esta colina me está empujando hacia atrás, no me deja seguir avanzando, pero ya me siento mucho más liberado, ya me siento mucho más viento. Viento que se une con viento y forma tempestad, tempestad que llega al otro lado del mar, a una nueva orilla, se hace brisa y se enreda en el cabello de alguna chica solitaria, sentada en el rebalaje de la playa, sintiendo la humedad bajo sus pies y sus piernas.Pero no me voy tan lejos, sigo estando en la colina, arriba de ella, viendo todo lo que se extiende ante mí. Como el Rey León cuando le explica a su hijo hasta donde alcanza su reino, y ven una sombra allá a lo lejos, tu eres mi sombra, eres mi camino marcado y mi parte prohibida, mi marea conocida y la resaca de los domingos. Eres tú quien me dejó pintar esa zona de un color diferente, indefinido por acuerdo mutuo, pero coloreado. Siendo como es para mí la historia, te dejaré esa parte de mi corazón para tí, para que la decores a tu modo y manera. Prometo no tocarla, prometo no destruirla. Utilizaré el resto de mi corazón para querer otras cosas, para aprender de la vida, pero tu parte no la tocaré. Seguirá siendo tu parte, siempre. Hasta que el siempre se acabe.


Te diré lo que siempre quise, siempre desée tener un paraguas de muchos colores, que alegrara la vista, que me diera calor y frío, que no se rompiera nunca. Con el que poder taparme las noches de soledad, con el que poder alimentarme cuando tuviera hambre. Un paraguas que me diera la hora, y asi hacer que nunca llegases tarde, así nunca esperarte. Yo siempre quise tener un paraguas de colorines, de miles de colorines, con betas muy pequeñas, en diagonal, en espiral si lo prefieres, de colorines, que me diera felicidad, paz y alegría.


Se que a tí te hubiera gustado conocer ese paraguas, verme feliz con él, así también serias tú feliz, seríamos felices los dos. Hubiera sido tan sencillo haber conseguido ese paraguas, haber guardado en nuestra memoria el mismo recuerdo, la misma felicidad, un momento inolvidable. Un momento inolvidable, como todos aquellos que vivimos.... y que me siguen haciendo sonreir.






....Le pusiste color a mi vida....

domingo, 3 de mayo de 2009

Entre las nubes.



Dices que a veces me miras y no sabes quién soy. Que mis gestos ya no son los de antes, que esta nueva manera de mirar no la conoces. Dices que mis manos han crecido dia tras dia y que ya al posarlas sobre tu cara, sobrepasan tu rostro. Dices que mis respuestas son ahora más secas o distantes, que mi tono de voz no se mezcla en tu oido ni acaricia tu piel. Dices que mi aroma ha cambiado y que ya no te hace estremecer. Dices que mis zapatos ya no te quedan bien, que mis pies han crecido y te cuesta seguir mis pasos. Dices que he crecido más por dentro que por fuera y que aunque mi estatura siga siendo la misma que la última vez que me viste, mi aura es más grande y te cuesta llegar a mí.


No me dices si has cambiado o si no quieres cambiar. Si has cambiado tus gestos, no lo se, hace mucho que no te veo. Si tus manos ahora son más delgadas y tocan mejor el piano, lo desconozco. Si tus respuestas son diferentes hasta hoy no me he percatado. Si tu voz es ahora aún más dulce, como una onza de chocolate, no lo se. Dices que no has cambiado o que no quieres cambiar. No se si lo has hecho, pero se que te puedo asegurar que...


Hay personas que cambian de parecer, que giran con el viento, que se dejan llevar o que cambian su color de pelo. Hay personas que son famas o cronopios o que se esconden detrás de máscaras llenas de sonrisas o de bondad. Hay otras personas que siempre tienen las mismas pautas, que no crecen ni por dentro ni por fuera, que mantienen su número de calzado. Dicen que esto segundo es malo, que es bueno evolucionar, que hay que cambiar un poco sin olvidarnos de nuestra esencia.


Puede que mis gestos hayan cambiado un poco, que mis manos hayan crecido, que mis respuestas no estén envueltas en papel de regalo; Puede que mi tono de voz ahora sea más elevado y que mi aroma sea un poco más seco. Puede que mis zapatos sean diferentes, que me arriesgue más. Puede que haya crecido, que haya evolucionado, y me alegro. Me alegro de ser capaz de ver que he podido seguir creciendo, que no me he parado, que nada me parará, me alegro al mirar dentro de mí y ver, que aunque mis gestos hayan cambiado, cambié mis gestos una vez por tí, cambié mi voz para darte calor, cambié mi manera de ver las cosas y todos esos cambios me hicieron formarme dia a dia, me hicieron convertirme en mí.


Sin embargo, no he podido cambiar tanto, sigo teniendo los mismos sueños, las mismas ilusiones y los mismos deseos. Sigo siendo la misma que conociste hace tantos años, sigues siendo capaz de leer en mi cara todo lo que pienso o incluso, sabes cuando miento porque no me quiero enfrentar a la verdad. Conoces cada paso que doy y la dirección que llevo, conoces mi destino al igual que yo conozco el tuyo. Me conoces, sabes cuando lo hago bien y cuando mal. Cuando odio lo que hago y cuando disfruto con ello. Jamás me juzgaste por mi manera de vestir o por una respuesta tonta. Siempre supiste perdonarme.


Y ahora estoy lejos y hace mucho que no me cuentas cómo estás; Ahora a veces, sueño contigo, sueño que puedo estar a tu lado y puedo sonreirte, que te puedo abrazar y que me vas a corresponder. Que nos hemos metido en un bucle de tiempo donde todo eran sonrisas y donde no había nubes, donde todo era de nuestro color. Y me hace sonreir.








....siempre estaré ahí....

martes, 28 de abril de 2009

capítulo 7.


Voy buscando una inspiración, algo que me ayude a desenvolver mi alma y desnudarme por completo para comenzar de nuevo a formarme sin que me llueva encima.



Soy el bote de mermelada de fresa, o arándanos, nunca me gustó la mermelada de arándanos, no se si la probé. Lo dicho, soy el bote de fresa cerrado por completo, cerrado a cal y canto, sin aire dentro, estable y derecho, en mitad de la mesa con el cristal pegado pero sin rallones, mi reflejo está en el cristal, el cristal es rosa, casi rojo. Yo me apoyo sobre él, ejerzo presión, pero no le hago daño, estoy encima sin moverme, sin pestañear, formo cada espacio llenado en vacío, cada color y cada textura, la suavidad de la mermelada que llevo dentro, el sabor que saldrá de ella al probarla, el ruido de la tapadera al deshacerse de mí, al vivir y al respirar por sí sola.



Tengo miedo de que me destapes, de que me hagas respirar, si vienes y me ves, sentirás la necesidad de abrirme, si eres una persona golosa, sólo por meter tu dedo en mi y saborear la fabulosa mermelada que llevo dentro. Si eres más bien una persona curiosa, sólo por abrirme y escuchar mi ruido. Pero no pasarás de mí, lo sabes. Tengo miedo de tí, de caer en tus manos, de que me des calor cuando haga frío encima de la mesa,.



****



"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua."




[ Julio Cortázar, Rayuela ].












.... chin pún ....

viernes, 27 de marzo de 2009

Aromas


Unas manos que van cortando la naranja de tu vida, y ahora un suspiro que no sabes bien cómo delinearlo. Mucha gente y otro tren que se marcha, pero la naranja se resiste a terminar de ser pelada y sus manos parecen cansadas. Segundos pasan esperando acabar y todo parece alargarse. Ahora le hablas, pero no contesta, sonrie para sí y agacha la cabeza. Sigue con la naranja entre las manos, la mira, le quita un poco más de piel y lanza una risa al aire que te hace sonreir.


Con la impaciencia típica de los niños pequeños que quieren y desean todo aquello que no tienen o no han tenido, esperas que te de esa hermosa naranja bien pelada, sin más temor que el de que se esfume antes de comerla. Ya tienes la boca llena de saliva, te lo ve, y se vuelve a echar a reir. Ahora tus ojos y los suyos se han cruzado y por un instante se te ha parado el corazón. Hacía mucho tiempo que no mirabas sus ojos, negros, envolventes, que junto con su piel blanca y su pelo negro daban el paraíso a tus dias lejanos. Parpadeas y tragas, mejor no mezclar corazón con necesidad, vuelves a desear la naranja por encima de su aroma. Era un ejercicio difícil, ambos lo sabíais, pero os arriesgásteis a pesar de todo.


Te la da. Te la ofrece junto con su corazón, al que envuelve del mismo color pero con diferente textura, el suyo parece un corazón noble y la naranja parece una simple naranja. Y dudas. ¡¡Cómo no dudar!! te preguntarías seguro en ese instante. Yo te vi, te lo puedo asegurar, te vi dudando pero supe que cogerías la naranja, no es lo tuyo eso de ir recogiendo corazones en estaciones de trenes. Alargaste la mano y con un ligero tembleque que notaron todos los que estaban sentados por allí cerca, cogiste la naranja, su mano izquierda quedó vacía y te dedicó una sonrisa que no se correspondía con la tristeza que, de repente llenó, como llena el agua una lavadora, sus ojos. Hasta quedar casi inundados. Se levantó viento y entró por los portones que eran a la vez entrada y salida.


Bajaste la mirada y te encontraste con el suelo rosado y gris, cercano al andén del que hacia poco, se habia marchado un tren con destino a alguna ciudad que tú desconocías. Con destreza, deshiciste toda la naranja y te la fuiste comiendo, gajo a gajo, saboreando para tí cada gajito interior, y cuando ya sólo quedaba uno,le ofreciste un poco. Con el viento dando en sus cabellos negros y sus ojos que te miraban sin saber bien qué expresar, acariciaste su cara como si fuera la última vez, como sintiendo que era el momento de dar un adiós. Sin comprender muy bien por qué. Viendo que no habia intenciones por su parte de comerse lo que quedaba de naranja, te la comiste tú y luego comenzaste a chuparte los dedos lentamente, como si en cada dedo una idea nueva se formara en tu cabeza, como si cada minuto que gastabas en limpiarte las manos contara para salvar vidas.


Te sentaste a su lado, de tú a tú, y eso aceleró tu corazón. Su cara ahora olía a naranja y había sido tu culpa. Jamás supiste disculparte. El reloj seguía avanzando y yo a tí te veía igual, sin moverte, sin un gesto en tu rostro o en tu alma, como parado. Llegó el tren y lo miró. Te miró. Volvió a mirar el tren. Se acercó a tí y te besó la mejilla, tú te quedaste allí, se levantó, le ondeó la falda, le ondearon los cabellos y se adelantó hacia el tren. Se giró y te sonrió como sólo saben hacerlo los ángeles. Una vaga sonrisa se dibujó en tu rostro, aguantabas los deseos de ir al tren, de no dejar que se fuera. Necesitabas algo de tiempo. Pero no lo tenías. El tren se puso en marcha, te dijo adiós desde una ventanilla, y su mano se iba desdibujando lentamente de tu mirada. Ni siquiera te levantaste del banco. Yo te ví.







....Yo te ví.....

lunes, 16 de marzo de 2009

No lo tiene.

No lo tiene. No es que crea que lo tiene, no, es que no lo tiene. Es fácil, pero difícil a la vez. ¡Y eso que hay gente que no lo entiende!. Pero es que no lo tiene. Se lo ha buscado ya por todas partes, simplemente no se cansa de buscarlo. Y un dia mas no lo tiene, ni siquiera hay un boceto o un airecillo para tenerlo. No. Es que lo sigue sin tener y a veces no lo busca, pero no tarda mucho en volver a buscarlo. Un dia quiso creer que ya lo tenía, pero en seguida vinieron a desmentírselo, no le fue fácil. A mi tampoco. Todos se empeñaban en gritarlo pero no lo quiso escuchar. Yo también hice oidos sordos. Quizá fue culpa mia. Es extraño preguntárselo ahora. ¿ Fue culpa mia?... ummm.. nunca lo tuvo!. No, no creo que fuera culpa mia, pero quizá sí. Y... no, no me atrevo a preguntarle. Si lo sigue buscando hoy en dia ( que no lo se ) puede que ya lo haya encontrado. Que por poder, poder... ¡puede!Y yo no debería preocuparme por estas cosas, pero sino lo hago ya no se de qué preocuparme. Mejor que no mires hacia abajo, que puede que te asustes, no?.









... vuelta y vuelta de la tortilla....

lunes, 9 de marzo de 2009

El dia perfecto.

Acabo de matarla, sí, por fin lo he hecho, la he asfixiado lentamente con mis manos, sintiendo sus últimos latidos en mis dedos, sin más vuelta atrás. Con su cinta en el pelo, su flequillo ya despeinado y su falsa sonrisa siempre me ha quemado la sangre, y ya por fin esta mañana he hecho lo que tenia que haber hecho hace demasiado tiempo. No puedo decir que haya sido fácil, sería engañarme.

Empecé zarandeándola cada vez con más fuerza y rabia, hasta notar que su cabeza comenzaba a girar en demasiados grados y luego comencé a calcular, si, con una sola mano me bastó. Puse una mano en su cuello y pude abarcarlo todo, pero para asegurarme, puse mi otra mano encima, por mayor seguridad, nada de especial. Respiré hondo y vi como me miraba a los ojos, me vi reflejada en ella, como otras tantas veces cuando nos veíamos por la tarde y nos sentábamos a hablar en su cama. Pero esta vez era diferente, me veía mejor que nunca, sus ojos estaban muy abiertos y desprendían su última luz, y yo era esa luz. Comencé a apretar, con un poco de miedo, si he de ser sincera, pero solo un poco, porque poco a poco me fui dando cuenta del mucho bien que me hacía apretarla contra mis manos; Muy diferente de cuando la estrechaba junto a mí y la veía sonreir. Mi fuerza aumentaba casi sin saberlo, mis dedos la apretaban más y lejos de conseguir darle placer, fui quitándole la vida lentamente ( o rápidamente, según se vea.. ) sin que hubiera más remedio.

Su rostro se ponía rojo, luego blanco, amarillo, finalmente un poco azul, y la noté deshacerse entre mi piel, fundirse en la nada y quizá, descansar en el cielo. Aún no lo se. Su cuerpo cayó al suelo en un instante donde mi piel se ponía tensa y mejoraba su color, como un baño de pintura o de crema, yo me encontraba mejor. La cambié de postura, había caido en una postura un poco provocativa y yo no tenia ganas de aguantar la última de sus tonterías. La puse boca arriba con los brazos doblados sobre su cabeza y le abrí un poco la boca, le coloqué las piernas de manera que tocaran todo el suelo, para que se sintiera más segura, por lo menos, con los pies en el suelo. Que ya es algo. A mucha gente le gustaría sentir el suelo en los pies y no puede, así que a ella le condecí un último deseo, aunque no estoy segura de que se diera cuenta.

Sonreí, respiré hondo y me lavé las manos, no había sangre en ellas, pero aún así, su piel me parecía un tanto sucia y preferí asegurarme antes de ponerme enferma. Me lavé la cara con el agua más fría del grifo, me mojé un poco el pelo y tonteé con el espejo hasta que me dio por reir. Al volver a la cocina, ella seguía allí, tendida en el suelo en la misma postura, con la falda quizá demasiado levantada y el pelo muy sucio, cada vez me gustaba menos. Me dió hambre verla así, con la expresión congelada y tan rígida... me digné a hablarle: "No estés tan tensa, cariño, estamos en familia", pero pareció no escucharme. Cogí una manzana, la más verde y jugosa de toda la cesta y le di un mordisco lleno de rabia, de liberación, la degusté y tras acabarla, sentía que era uno de los momentos más felices de mi vida.

Me fijé en que había llorado, yo no, lógicamente, ella. Tenía el rostro mojado y algunos pelos también, sin embargo en mi mente no llego a recordar el momento exacto, y eso que pensé que no me estaba perdiendo ninguno de los detalles. Mierda!. Cerré los ojos y me concentré en repetir toda aquella escena en mi cabeza... Nada!.. aaaagggh, ahora la odiaba más todavía.


Bueno, al fin y al cabo, ya no volverá a molestarme más. Creo que nunca me molestó, es más, ni siquiera lo intentó.








...pero jamás te diré que me arrepiento....

domingo, 22 de febrero de 2009

El ser una persona compleja limita mucho tus posibilidades.



Tienes momentos gloriosos rodeados de horas de mierda y al final dudas sobre la valía de escalar tanto para llegar a caer de nuevo.




Y siempre, el momento que te marca es exactamente el momento de la caída.








...las nubes lloran piedras...

miércoles, 4 de febrero de 2009

Sin luz.

sabes cuando se apaga la luz y ya no queda nadie a tu lado, porque todos se han ido, marchando lentamente cada uno hacia su cachito de luz propio y autónomo, cuando buscas una sombra y no está ni la tuya que ha cogido las maletas y se ha ido sin despedir, cuando llamas a alguien y no acude ni el eco de tus palabras difundido por el silencio hasta llegar a ser el silencio propio, cuando ya no queda nada, ni siquiera oscuridad, nada, y tú te sientes entera, como esperando sin tener nadie a quien esperar, en una habitacion negra, quizá con una pequeña luz blanca o amarilla iluminando desde arriba sin dar opción a posible sombra. De repente una melodía va cobrando fuerza y despertando eso que parecia dormido o muerto, quizá desmayado, esa melodía que va creciendo dentro tuya acompañando los compases de tu corazón que ahora bate con más fuerza pero con más timidez, con tanto estruendo en la pequeña habitación existe el riesgo del descubrimiento, puede que el de acusación; Parece que tiene letra, una historia de amores lejanos llenos de flores decaídas o puede que casi mustias ya sin olor, con esperanza truncada y un niño llorando, sin forma ni color, parece llena de sentimiento pero llega casi vacía y sin eco, una historia ya sin mucho sentido.Y un escalofrio recorre tu piel, poniendo tus pelos electrocutados, teniendo los sentidos excesivamente exaltados y atentos, con riesgo de trombosis instantánea y una mirada, eso que antes no veías y que ahora no sabes si imaginas o es real, quizá es mitad y mitad; Dos bolitas, diminutas, allá a lo lejos donde parece todo desaparecer, todo lo ya desaparecido, y aparecen esos ojos. Silencio y melodía, el corazón batiendo una lucha interminable, los párpados bien fijos sin derrumbarse, esos ojos ahora azules, luego amarillos y al final marrones, o negros...quizá sin color. Allí donde todo se mezcla y no alcanzan los sentidos, ni la sombra, ni tus dedos, ni tu alma, allá donde todo desaparece, aparacen los dos ojos, y desaparecen.Se te apaga la luz, caes hacia abajo sin punto de partida, sin freno y sin meta, caes y caes, notando el aire recorrer tu cuerpo, airear tu ropa, dándote vueltas la cabeza y alargas la mano, o eso crees, tú mueves la mano, no ves donde toca, ni siquiera ves si toca algo, ni siquiera ves si se mueve, haces el movimiento, esperas respuesta, respuesta no enviada, decepción. Aparecen de nuevo los ojos, ahora más cerca, más grandes y quieres tocarlos, estos se hacen pequeños, diminutos, apenas brillan, ya no hay luz.







...una manzana partida por la mitad sin mucho atino...

martes, 6 de enero de 2009

Ici...

Tan pronto me es oscuro como blanco puro, la confianza se va volando con las nubes de poliéster. Las historias se convierten en verdades contadas a mitad y ya nada tiene el mismo tinte azul. Me coge por sorpresa la lágrima que cae de mi ojo, sin saber bien si es dulce o salada, ya me da lo mismo, ya ni es lágrima ni es salada... ni dulce. Y las ganas de agarrarte con fuerza aumentan y dejar allí toda mi fuerza para dormir un rato y poder liberarme. Con el carro a cuestas, hacia arriba, hacia abajo, demasiada velocidad traducida en turrones con demasiado azúcar. La cacofonía nunca fue lo mío, me dicen de pintar un pato y me sale un escarabajo. Unos leotardos de colores y un poco de lápiz de ojos, unas medias y los tacones sin faltar, dicen que es lo mejor para salir, yo opto por los vaqueros y mis zapatos planos. Lo normal no es lo mío.Hoy me he reido de mí, de mi ayer, de mi futuro, hoy me ha dado por reir, pero la lágrima de mi ojo no para de crecer, ahora no se si tengo hambre o es un cúmulo de sensaciones estomacales sin salida. Cuando me da por pensar, mejor dejarme fuera de combate rápido.
Escucho canciones que antes movían mi corazón y ahora sólo me hacen mover la boca, las cosas van marchando encaminadas a nosedonde... Yo debería estar estudiando pero mi espíritu hoy no me acompaña y sólo tengo un dia para hacerlo todo.
Bueno, por ser principios de año no me pondré el listón muy alto para ir mejorándome... si, soy vaga y a veces brusca y borde.. pss... cuando me deje de llorar el ojo derecho lo entenderé mejor.








... dududududududududududu....