martes, 7 de julio de 2009

Qué?!



No puedo hablar de vicios, o de bromas de mal gusto, de mandar bien lejos a los que poco me importan y luego no pagarles el billete de vuelta.

No puedo hablar de comerme las uñas cuando estoy nerviosa, o la piel en su defecto. De cuadrar las postales de mi habitación conforme al suelo y las paredes o de escuchar la música a tan altos niveles que me harían daño en los oídos.

No puedo contar que voy tarareando sin parar: me fuii, pa estar sola.. ni alguna de Robin Williams un tanto obscena. Ni siquiera que cada 4 minutos, inconscientemente me meto en las mismas páginas, por si ha habido algún cambio... ¿qué cambio?


Necesito despejar la mente y me bajo a hacer gazpacho, sin saborearlo demasiado, ahora hay que tener cuidado con los gérmenes. Creer media vida que una simple canción pertenecía a The Corrs y ahora resulta que es de Lene Marlin. ( tiene nombre de mala de película ).


Hacer tests hasta la saciedad y comprobar que aún sigues suspendiéndolos, aunque cada vez, con menos fallos. O empezar a ver una serie en francés y en los primero segundos, al escuchar alguna frase, preguntarte: ¿en qué idioma he puesto la serie?, hasta caer en la cuenta de que los buenos hábitos los estás olvidando.


Qué fácil es estar en casa.


No puedo contar todo esto porque casi me he quedado sin voz, y porque son falsas. Puedo contar que tengo la cabeza llena de planes, que no paro de pensar en el mañana, hasta que una mañana me despierto con la garganta chunga y se me esfuman los planes antes de que me de tiempo a releerlos. Qué pena.

Además de que me vuelven algunos fantasmas, que pensé transparentes, pero que ahora llevan una túnica blanca y llego a verlos. Que coma carne, me dicen.. ¿carne de qué? ¿Te vale la que como por las noches en mis cenas de dieta?. Qué preguntas.



Qué mala suerte.







....my mind is around the world...

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