A veces viene bien tener conversaciones improvisadas (aunque solo sea por una de las partes) y entonces darte cuenta de cómo piensas y cómo vives. Plasmar los sentimientos en palabras incoloras, verte dibujando el presente. A veces viene bien ponerte en la piel de los demás y darte cuenta de que tu vida vale mucho, de que es única e irrepetible y hay que exprimirla al máximo. A veces viene bien poner la televisión y darte cuenta de que hay gente imbécil que compra partes de la Luna (si...verídico...) y darte cuenta de que hay otra gente que no puede ni comprar el pan. A veces viene bien helarte de frio hablando de la vida y la muerte sin que nada sea tema tabú, y llegar a casa con la sensación de haber vivido rápida e intensamente. A veces viene bien vivir, casi siempre, siempre. Y darle a cada instante un valor sentimental, físico y rítmico. Coger objetos diarios que tenemos olvidados e imaginarte sin ellos. Imaginar un cielo sin estrellas o millones de angelitos amándose en el cielo... Y reir. A veces viene bien sentarse y mirar, aprender, experimentar, compartir, canalizar. Sentir como esa cosa de dentro crece y crece hasta que te ves creando tu propio mundo y decorándolo. A veces viene bien que te pregunten de rebote y darte cuenta de que, a pesar de llevar hablando del tema media vida, no tienes la respuesta preparada. Y mirarte por dentro. A veces viene bien aceptar a los demás y crecer con ellos. Pararte a pensar durante dias y vomitar todas las palabras y las imágenes; O no saber en qué dia vives. A veces viene bien recordar el sentimiento y no el porqué de las cosas, es un poco más humano. Correr cuando es cuesta abajo, sin frenos, y saber que no vas a chocar, que no hay final. Inspirar profundamente y sonreir. A veces viene, y bien. A veces, bien. Muchas veces, mejor.
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.... ve y haz que suceda, hazlo lo mejor que puedas y sonríe.
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