Convivencia en Sevilla

Cuento vivencias de este fin de semana, donde me he encontrado un poquito más a mi misma y he conocido a muchísima gente. Me he ido de convivencia con un grupo, a Sevilla, he pasado mis barreras, he avanzado en la vida y he sonreido mucho. Se me han refrescado valores, oleadas de impresiones me han llenado en estos dias y ahora, soy feliz. Me ha venido genial esta escapada, he desconectado, me he enriquecido y aquí estoy. Doy las gracias por haber vivido esos dias tan maravillosos, por haber sabido coger la oportunidad y no haberla dejado escapar, por haber crecido. Doy las gracias por cada uno de los pensamientos, por cada una de las respiraciones, por cada uno de los momentos. No se me olvidarán los chistes malos, las vacas, el globo, las canciones, las colaboraciones y los talleres, Luján, los cascos, la dulzura... y millones de sustantivos y adjetivos. Gracias por ayudar. Aunque ha llovido, ha hecho frio y demás, la ternura, la hulmidad y las ganas de vivir me han dado calor, ahora ya no siento frio por dentro.
Aprendí a vivir un poquito más cada dia, a sonreir sin parar, a querer, a seguir, a nutrirme... y espero también haber ayudado.
Volver a casa siempre es dificil, pero dentro de esas dificultades, voy a intentar hacerlo lo mejor posible, sacarle el lado bonito a la vida y pintarlo todo de positivismo, elevarme. Desprender energía. No quiero pasado, no quiero echar la vista atrás, quiero vivir mi dia a dia, con todo y nada a la vez, evolucionar, caminar y llegar al mar.
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.... abre los ojos....